Cuando una señora decidió dar de comer a un vagabundo con el que se cruzaba a menudo de camino al trabajo, su gesto de buena voluntad se convirtió rápidamente en un aterrador misterio. Al cabo de una hora, el hombre le entregó una nota garabateada en agradecimiento por su amabilidad, que incluía un mensaje escalofriante.
Una nota extraña
Sin embargo, el mensaje que llegó a las manos de María la dejó increíblemente perpleja. De camino al trabajo, más de una hora antes, casi se había olvidado de comprarle comida a aquel vagabundo. Pero era evidente que aún así le había afectado profundamente.